Cosas del Viento Norte
— Ada Inés Lerner,
Carlos E Saldivar,
Sergio Varela
Carlos E Saldivar,
Sergio Varela
Dicen los gauchos que por los
campos de mi bisabuelo, por allá donde el Viento Norte nace, Viento que es
llamado también Bóreas, los que saben dicen que fertiliza a las hembras; por
ello las yeguas vuelven con frecuencia sus cuartos traseros al viento y paren
potros sin ayuda de un semental. Así fue como explicó Lucía, por qué quedó
encinta. Lucía, por si no lo recuerda, don, la más chica de las Del Potro, el
patrón de la Estancia.
Por supuesto, hay quienes no le creen, se comenta que era una
niña bastante traviesa, aunque ¿quién no lo es a los quince años? El
responsable pudo haber sido el hijo del alcalde, o el monaguillo de la iglesia,
o cualquiera. Pero aquí la gente tiene una imaginación terrible, don, por eso
hasta yo estoy dudando, ¿y si en verdad fue el Viento Norte?, ¿y si viene para
reclamar al bebé? No es una entidad amable, es de temer. Ese viento siniestro
había despabilado al Futre, espectro jinete sin cabeza decapitado por una banda
de cuatreros. El gurí de Lucía creció como hijo de un fantasma. Pero los
memoriosos distinguimos su parecido con el hijo mocito de un Santa María, que
había estado en La
Encarnación ofertando un lote de búfalos, en un asado en que
chacoteaban que “no el pollo es carne, ni la mujer es crestiano”. Yo mismo
preparé ese convite.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario