EL UNICO ESCRITOR SOY YO - DON QUIJOTE

Relato en pequeño formato - En mi voz -- Amigos

domingo, 12 de noviembre de 2017

En mi voz Las almas volverán...




                                                    Las almas volverán...

Mary atraviesa la placita con paso desparejo y torpe mientras atisba el futuro: de costado, como una yegua compadrita. Los pibes, malón de regreso que abandona con esfuerzo el potrero y la redonda, la observan como quien busca respuesta en un reloj detenido en otro tiempo.
     Las agitaciones y tormentas de una empleada postal como Mary pertenecen al pasado reciente, quizás por eso gruñe un reclamo desafinado por ese pueblo indolente. 
     En la estafeta la cortina rezonga y la reciben afablemente el vaho, la humedad, y las hilachas de aquellas cartas olvidadas.
    A Mary la satisface esa melodía y todas las mañanas ella insiste en danzar al compás de un acorde quejoso:
  —¿Qué será de mí si nadie espera una carta? Una carta es una visita inesperada que uno puede besar, acariciar o evocar…
   Alguna vez, un repartidor postal se acercó a Mary pero por culpa del destino, dios sin altar en el mundo (tan insalvable como imprevisto) lo dejó ir: es que ella fue incapaz de comprender que ese cartero, tercero involuntario, ya no cargaba de su hombro el útero desierto con las cartas que muchos dejaron abortar en la madrugada por ese correo electrónico, superficial y urgente.

   Del buzón vacío nace una canción y Mary, como aquel poeta, acompaña el tono de una oración de fe: volverán las cartas olvidadas, volverán mis noches a rondar, y otra vez como almas en bandada, me llamarán, me llamarán...

En mi voz Para que no se les olvide




Para que no se les olvide

En el principio era el Verbo y frente a Dios era el Verbo y el Verbo era Dios.    
   Todos sabemos que para el final de los tiempos Odín el vikingo, dios violentamente enérgico, se comprometió a protegernos a nosotras, las diosas, y a los hombres también, contra las fuerzas del caos en la batalla del fin del mundo.
   Júpiter, como todo romano tiene un gran temperamento, es un dios sabio y justo que reina sobre la tierra y el cielo.
   Claro que todas y todos sabemos que tiene sus defectillos, anda siempre metido en líos de polleras, con Juno, con Minerva y a veces se cruza de mitología y a espaldas de Zeus la seduce a Atenea.
   En el caso de Yahvé, la divinidad nos prometió a la descendencia de Abraham y dijo ser el Dios que sigue siendo.
   Su principal preocupación era y es, demostrarnos que existe una continuidad en la actividad divina desde la época de los patriarcas a los acontecimientos registrados en el Éxodo.
   En el versículo 17 hay una reafirmación de la promesa hecha a Abraham.
   Es bueno recordarle sus promesas a los dioses, ahora, que las cosas se están poniendo bravas ¿no les parece?
Ada Inés lerner







                                     




                                               
                                              
                                                         

En mi voz Zombies

Resultado de imagen para zombies reales
tomado de Google



                                                             Zombis

—Así, algo así, adviene con los zombis —señaló el antropólogo Ernesto Sabes—, criaturas de origen vudú, ajenas al lenguaje y el deseo. Esto fue producto de una situación ajena a sus deseos pero necesaria para enfrentar a su enemigo. Atrincherarse bajo tierra para emerger desde ahí y poner en fuga a los invasores. Claro que ya no volvieron a ser los mismos.
   El público, la mayoría estudiantes blancos, algunos indiferentes, otros horrorizados, permanecían en silencio durante la hora que duró la conferencia.
   —Ahora son indiferentes y harapientos —continuó el científico—, víctimas de pócimas o de magia, los zombis son una multitud sin liderazgo. Y transitan sordos y ciegos a lo que no sea su hambre de carne humana…
   Un murmullo se levantó desde el público hasta convertirse en un grito de horror, dos seres como los descriptos por el antropólogo se dirigían hacia él con un gemido repugnante.
   La sola presencia de los sujetos en el escenario hizo huir a un público delirante, sin que nadie volviera la vista atrás.
   El antropólogo tendió sendos billetes a los dos actores, y éstos se alejaron por la puerta trasera del salón, mientras el disertante levantaba vuelo con sus alas transparentes y salió por una claraboya en el techo.

Ada Inés Lerner

viernes, 3 de noviembre de 2017

BIFICCIONES: Turismo – Ada Inés Lerner & Luciano Doti





 Turismo –

 Ada Inés Lerner & Luciano Doti



Muchos años después, abordé la nave que me llevaría como turista a Marte. La Tierra y sus conflictos bélicos me habían saturado y ya no sabía cómo se podía arreglar estos zafarranchos
armados por los poderes económicos de turno, que además siempre son los mismos.


Los paisajes celestiales fueron maravillosos aunque
empalidecidos por los comentarios sobre el Sol y sus cambios de polaridad y la
basura que los terrícolas veníamos enviando desde hacía décadas, la cual ya
había empezado a contaminar al planeta rojo. Y no era sólo basura lo que
exportábamos, también el fenómeno conocido como globalización había llegado
allí. La colonia marciana se parecía cada vez más a una ciudad terrícola.
Acepté con resignación que los humanos reproducíamos nuestro
comportamiento en cualquier lugar que nos tocaba habitar y me fui a comer una
hamburguesa en la primera sucursal de McDonald’s en Marte.