tomado de Google |
— CHAT
— Claudia Lonfat, Ada Inés Lerner, Julio Azzimonti
Selva había conocido
a Luis_20 en una sala de chat de poetas.
Lo único que tenía en común con ellos,
era esa necesidad de embellecer lo feo, lo cotidiano, mediante el ardid de las
palabras.
El Nick que utilizaba, era un mazo muy parecido al de Thor, el dios
del trueno.
Me pareció raro, pero no tanto como las razones que, seguramente,
lo llevaron a meterse en ese chat de poetas, me lo decía mi olfato de
chateadora compulsiva…
Luis_20 alabó los haikus de Selva.
Luis no perdía
ocasión de halagarla por sus palabras etéreas, sus imágenes sugestivas y los
colores y sonidos en metáforas excelsas.
Los textos de Selva eran espirituales
y como lo exige la técnica representaban instantes de la exuberante naturaleza.
Luis también incursionó en la belleza que se podía adivinar en su avatar, en
sus ojos verdes y los cabellos negro azabache, palabras que con el transcurrir
del tiempo inexorable, fueron tejiendo una red creciente de íntimas confesiones
y de cruces de poéticas que se fueron fusionando en espirales de deseos de
mutua aceptación.
Pero la inexplicable y ansiosa compulsión chateadora de
Selva, la llevó a dar un paso que sólo sabe el destino porqué lo dió. Gugleo a
Luis_20.
Lo que vió la congeló. Luis Sartoris fué un escritor que había muerto
hace 20 años.
Había dejado un último y enigmático relato inconcluso que llevaba
el nombre " Volverè a la
Selva ".
CUENTOS DEL CAN CERBERO
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