![]() |
El encuentro |
Las gentes caen unas en brazos de otras sin detallar la aventura. Cuando mucho,
avanzan en zigzag. Pero una vez en la meta corrigen la desviación y se acoplan.
Tan brusco amor es un choque, y los que así se afrontaron son devueltos al punto
de partida por un efecto de culata. Demasiados proyectiles, su camino al revés
los incrusta de nuevo, repasando el cañón, en un cartucho sin pólvora.
De vez en cuando, una pareja se aparta de esta regla invariable. Su propósito es
francamente lineal, y no carece de rectitud. Misteriosamente, optan por el laberinto.
No pueden vivir separados. Esta es su única certeza, y van a perderla buscándose.
Cuando uno de ellos comete un error y provoca un encuentro, el otro finge no
darse cuenta y pasa sin saludar.
Juan José Arreola, Por favor, sea breve. Antología de relatos hiperbreves. Páginas de Espuma, 2001.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario