Llegué al cementerio casi empujado por mi tío paterno y mi padrino, y dado el compromiso afectivo con los muertos presentes en esa
ocasión.
Amén de los mandatos que vienen cargados por los ancestros.
Sí, muertos en plural.
Eran tres.
La historia de esta triple tragedia no comenzaba con un accidente
automovilístico múltiple.
Fue por este caso que comencé a temerle a La Muerte.
Deben saber los lectores que soy un joven agraciado que
pretende seguir estudiando la carrera más larga que se conoce, Diplomacia, con
una noble idea: que mientras mi padre continúe sufragando mis pequeños gastos.
Como les contaba al principio llegué al cementerio por
una amable invitación de mi tío paterno y mi padrino. que no ahorraron
improperios en la invitación:
—Zoquete, vago, ni siquiera caído del catre, se murió la cotorra de tu tía, el
perro de tu papá y la gata de tu mamá y ¿ni siquiera movido por el amor filial te negas a acompañarnos al cementerio?.
—¿Se murieron los tres? ¿Quién fue el asesino?
—Yo, la Muerte
Desde ese día le tengo miedo a entrar al cementerio, a mi padrino y a mi tío
—el Loro—.
Sí, muertos en plural.
Eran tres.
La historia de esta triple tragedia no comenzaba con un accidente
automovilístico múltiple.
Fue por este caso que comencé a temerle a La Muerte.
Deben saber los lectores que soy un joven agraciado que
pretende seguir estudiando la carrera más larga que se conoce, Diplomacia, con
una noble idea: que mientras mi padre continúe sufragando mis pequeños gastos.
Como les contaba al principio llegué al cementerio por
una amable invitación de mi tío paterno y mi padrino. que no ahorraron
improperios en la invitación:
—Zoquete, vago, ni siquiera caído del catre, se murió la cotorra de tu tía, el
perro de tu papá y la gata de tu mamá y ¿ni siquiera movido por el amor filial te negas a acompañarnos al cementerio?.
—¿Se murieron los tres? ¿Quién fue el asesino?
—Yo, la Muerte
Desde ese día le tengo miedo a entrar al cementerio, a mi padrino y a mi tío
—el Loro—.
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